jueves, 19 de mayo de 2011

Por aquellos momentos

Mucha gente se empeña en medir la vida a cada momento, en cualquier instante, de cualquier manera. Y no se dan cuenta que midiendo la vida es la forma en la que la acortamos. Los segundos, minutos, horas, pueden parecer eternos y a la vez esfumarse sin darnos cuenta. Cansarte de vivir bajo tantos límites, querer ser libre y poder recorrer el camino sin vallas a tu alrededor. Ser feliz, reirte una tarde tonta con tus amigos, bailar en la calle los días de tormenta. Saber que nunca caerás al abismo porque tendrás cien manos que te sujeten a la tierra, y sabes que nunca podrás alejarte de tu lugar, porque por muy lejos que vallas siempre te recordarán todos aquellos que lo merecen. Porque es cierto que hay que medir la vida, si, pero dándonos cuenta de que nos empeñamos en medirla por segundos...y la mejor manera es contar aquellos momentos que nos dejan sin respiración.