martes, 17 de mayo de 2016

Imágenes


Una imagen bonita se merece un texto bonito, y viceversa. Y tú, te mereces las dos cosas. No es la foto, ni el mar del fondo, que no conseguimos enfocar, ni los ojos cerrados que nos quedan a contraluz. Es la sonrisa. Si, la sonrisa de tonta que me aparece cuando me abrazas. Y, sobre todo, la que tienes tú al hacerlo. Es la persona. La persona que me hace estar bien día tras día, por muy negro que parezca que se encuentre el camino. La persona que se preocupa por mi, que me escucha despotricar del mundo cuando no puedo más. Y que, aun aguantando mis quejidos, consigue quererme. Eres tú, pequeño. Ese chico tan bueno que ha conseguido hacerse un hueco tan grande en mi vida. Porque mereces poder perseguir tus sueños. Mereces levantarte con una sonrisa, y acostarte al final de un gran día con otra. Mereces reír hasta quedarte sin respiración, disfrutar, ser feliz. ¿Y sabes qué? Yo estaré aquí para que lo consigas. 

martes, 3 de mayo de 2016

Inefable

Creo que no tengo palabras suficientes para explicar muchas cosas en esta vida. Y también me parece que es mejor así, que queden en algo que no se llegue a entender del todo. ¿Sabéis a lo que me refiero?. Sí, son esas sensaciones que te hacen sentir un poco mejor, que te hacen apreciar a esas personas que están a tu lado día a día, soportándote en las buenas y en las malas. Hablo de cosas tan sencillas como una visita exprés al laboratorio cuando te sientes sola. De un café a media mañana que te despierta el ánimo. O de una caña a media tarde en las escaleras de la facultad...no importa la bebida, ni el sitio, ni la hora, sino la compañía. 
No sólo eso. Incluso cosas que nos molestan como el sal abrigada a la calle de tu madre. Aunque haya cuarenta grados a la sombra, de ese hablo. Del come en condiciones y no trasnoches mucho. De los estudia, que está en juego tu futuro...de todo eso que te jode, pero en el fondo sabes que lo hace una persona especial que se preocupa por ti en la distancia. 
También hablo de sensaciones como un abrazo por la espalda cuando no lo esperas. De un te quiero susurrado al oído cuando estas triste...o cuando estás eufórico. De un beso de despedida, de esos que duelen porque no quieres que se vaya...pero a la vez reconforta porque sabes que quiere volver, y lo hará pronto. De una noche de pasión, que te hace sentir la mujer más hermosa del mundo, aunque sabes que no lo eres. Son todas esas sensaciones a las que no encuentro explicación...y sinceramente, no quiero encontrarla.