Obstáculos

Quizás la vida se componga de eso, un obstáculo tras otro que solventar, que dejar atrás. ¿No creéis que eso es lo que nos define? Cada uno pasa por diferentes malos trechos en la vida, y por otros tantos buenos también. Pero todos los enfrentamos de diferente manera. Podemos saltarlos, ignorarlos y pasar, sí. Pensar que no nos afectan y que no tenemos que enfrentarnos a ellos. ¿Y qué logramos con eso? Que nos estallen en la cara. Por lo que, aunque miremos hacia otro lado, continuarán estando allí. Y algún día de éste caos al que llamamos vida, nos encontrarán, fortalecidos por el tiempo. Por ello ¿Qué mejor manera de superarlos que perderles el miedo? No temer a esos pequeños baches, superarlos y continuar caminando...

Sueño

¿Sabes? Sueño muchas cosas. Sueño con que los polos iguales se atraigan, desafiar a la gravedad, viajar a la Luna, saber cantar. Sueño con que hay otros mundos, lejanos, bonitos, todos llenos de fantasía, dragones y brujas de los cuentos. Sueño con escribir cada día lo que siento, de mil maneras distintas, con ser cada día un poco mejor, descubrir, inventar, no dejar de decir lo que llevo por dentro, nunca, ni aunque se me acabe la voz. Sueño con que no se vaya la gente a la que aprecias, con que permanezcan contigo para siempre. Sueño con que acabe el sufrimiento, en todo el mundo, para todos los que lo pasan mal. Igual que sueño ser feliz cada día, levantarme con una sonrisa y acostarme con otra. Sueño muchas cosas, día a día, aunque todavía haya quienes digan, que los sueños, solamente sueños son.

Sin mirar atrás.

Obstáculos. Quizás la vida se componga de eso, un obstáculo tras otro que solventar, que dejar atrás. ¿No creéis que eso es lo que nos define? Cada uno pasa por diferentes malos trechos en la vida, y por otros buenos también. Pero todos los enfrentamos de diferente manera. Podemos saltarlos, ignorarlos y pasar de ellos, sí. Pensar que no nos afectan y que no tenemos que enfrentarnos a ellos. ¿Y qué ganamos con ello? Que nos estallen en la cara. Por lo que, aunque miremos hacia otro lado, continuarán estando allí. Y algún día de este caos al que llamamos vida, nos encontrarán, fortalecidos por el tiempo. Por ello, ¿qué mejor manera de superarlos que perderles el miedo? No temer a esos pequeños baches, superarlos y continuar caminando.

Vuela, libre pero feliz.

Siempre se ha dicho aquella frase de si quieres algo, déjalo ir, marchar, para que sea feliz. Como ese pequeño insecto que siempre atrapábamos de críos, que queríamos guardar junto a nosotros, y que nuestra madre nos decía que dejáramos libre para que pudiera vivir. Pero nunca nos hablaban del dolor que sentimos al perderle. Sin embargo, sabemos que es necesario que vuele lejos, aunque nos cueste asumirlo. Sí, somos estúpidos y nos dedicamos a llorar su pérdida, a ver que no está junto a nosotros, cuando de verdad, deberíamos alegrarnos porque nos quiere, pero que necesita volar para encontrar su lugar en el mundo. Date cuenta de eso, deja que se aleje, aunque duela, porque solo así será feliz.

Solo sueños...

Un día soñé que te marchabas de mi lado. Para siempre.
Soñé que no podía contar conmigo, que te marchabas, lejos, sin poder evitarlo, que no contaba con tu ayuda. Que estabas lejos de mí y nada podía hacer por ello.
Desperté gritando, y desde aquel momento, dejé de soñar.

La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer.

¿Cuantas veces hemos soñado en volar, volar lejos para no regresar? Seguir a las estrellas y no volver jamás. Todos hemos sido una vez niños, niños felices, niños capaces de volar con pensar simplemente en cosas bonitas, con una pizca de polvo de hadas. Como aquel niño con el que soñábamos que se presentaría en el alféizar de la ventana, dispuesto a buscar su sombra mientras escuchaba el cuento que nos leían para dormir. Y ahora vemos todas esas cosas de otra manera. Porque ya nadie piensa en huir de los problemas volando, para ir al país de Nunca Jamás y que campanilla te cuide...y te guarde. Ya no vemos los problemas de la misma maner. Ha pasado el tiempo, y hemos crecido, hemos cambiado, hemos madurado, y no volveremos a ser, nunca, aquel niño que soñaba con cosas bonitas.
Porque todos los niños crecen en algún momento...todos, menos uno.

Miedo

¿Cuántas puertas dejamos de abrir por el miedo a arriesgar? A veces es inevitable sentir miedo, pero no por ello podemos dejarlas de lado. Puesto que nunca puedes saber lo que se esconde detrás. Sí, te puedes equivocar, puede que sólo sea un error más, pero también dicen que de los errores se aprende. Y no se puede cometer peor error que esperar a abrir la puerta, esperar y esperar, hasta llegar a no abrirla, para darte cuenta después, que detrás de ella había algo especial. Arriesgar sin miedo, puesto que la vida es demasiado corta para pasarla esperando y esperando, sin llegar nunca a atrevernos a ver más allá de lo que tenemos.

No te esfuerces en encontrar el significado de la vida...simplemente preocúpate de darle a la vida tu propio significado.

Por todas aquellas canciones que no deberíamos escuchar en los peores momentos...

Por el miedo a lo que digan.

Elegir el camino equivocado por el miedo a lo que puedan pensar de ti. Porque siempre pensamos en lo mismo, en la opinión de los demás, en lo que somos para ellos. Y, de verdad, ¿para qué? ¿Vas a mejorar con ello?¿Vas a convertirte en alguien que no eres por encajar en otro lugar? Hipocresía, pura hipocresía. Nunca vamos a gustar a todos. Y, de verdad, ¿para qué? No entiendo porque nos empeñamos en ello. Siempre existirán ese tipo de personas que te discriminen, por las razones más tontas que puedas imaginar. Para ellos no eres más que la tonta del pueblo, el gordo o la gilipollas. Si, suena mal, pero así es todo. Pero tú eres feliz, porque conoces a ese grupo de personas que pasan por encima de todo eso. Y les queremos, porque aún con nuestros defectos nos valoran. Por ello quiero dejar a un lado hoy todas aquellas discusiones que nos puedan separar. Todo aquello que en algún momento nos haga sentirnos mal con ellos. Puesto que, con ello, lo único que logramos es separarnos de las personas que, en lo malo y en lo bueno, siempre lograrán sacarte aunque sea una pequeña sonrisa.

Forever

Quizás encontrarnos en una situación que nos haga estar al límite sea lo único que logre hacernos reflexionar. Cualquier tontería puede llevarte a ello...sin embargo, cuando te encuentras en tu habitación, sola, llorando como la tonta que eres, es cuando realmente te das cuenta de todo. De éste periodo que todos estamos viviendo, al que llaman adolescencia. Si, ese que dicen que es duro, que cuesta superar, pero que todos tenemos que vivir. En mi opinión, no es una mala época, es la mejor de nuestra vida, siempre y cuando logremos vivirla, disfrutara y sentirla. Porque es el momento de sentir, como nunca habíamos hecho. Y darnos cuenta de que no somos el ombligo del universo. Pasamos demasiado tiempo tristes, perdidos en discusiones donde sabemos que no tenemos razón, agobiados en problemas que quizás no sean tan graves. Porque, cuando paras a pensar las cosas, te das cuenta que un simple momento, un segundo, cambia todo. De repente pierdes aquello que más has querido, a esa persona que tanto te importa, que te a hecho sentir esas cosas que nunca habías sentido en tu vida. Porque perdemos demasiado tiempo, sin ser capaces de arriesgarnos por aquello que queremos, simplemente por el miedo a equivocarnos.

Por aquellos momentos

Mucha gente se empeña en medir la vida a cada momento, en cualquier instante, de cualquier manera. Y no se dan cuenta que midiendo la vida es la forma en la que la acortamos. Los segundos, minutos, horas, pueden parecer eternos y a la vez esfumarse sin darnos cuenta. Cansarte de vivir bajo tantos límites, querer ser libre y poder recorrer el camino sin vallas a tu alrededor. Ser feliz, reirte una tarde tonta con tus amigos, bailar en la calle los días de tormenta. Saber que nunca caerás al abismo porque tendrás cien manos que te sujeten a la tierra, y sabes que nunca podrás alejarte de tu lugar, porque por muy lejos que vallas siempre te recordarán todos aquellos que lo merecen. Porque es cierto que hay que medir la vida, si, pero dándonos cuenta de que nos empeñamos en medirla por segundos...y la mejor manera es contar aquellos momentos que nos dejan sin respiración.

Gracias

¿Sabes? Siempre pensé que tú eras una persona especial, lo sabía, muy en el fondo, incluso antes de conocerte. Has sido demasiado importante en mi vida, te he querido como ha nadie hasta ahora. He sufrido contigo, con tus penas, y creo que tu también un poco con las mías. Me he refugiado en tí cuando necesitaba alguien que me protegiera del mundo. Lo has hecho, siempre, por eso también te quiero. Desde un principio me has tratado muy bien, incluso cuando no lo merecía, y creo que a cambio te he querido, te he ayudado, te he tendido mil manos cuando necesitabas alguien que te sujetara en el mundo. Por ello sea quizás que aún sigo soñando con aquellos momentos robados, que aún sigo pensando en aquel día en el que me demostraste que serías capaz de hacer cualquier cosa por mí. Como aquel día, en el que me demostraste que te importaba.

Crecer significa superarse

Dar un paso tras otro y superar aquellas metas que nos propusimos años atrás. Ser cada día alguien nuevo, aprender del día a día y crecer como persona. Yo creo que avanzar consiste en eso. Y, sin darnos cuenta, cada día lo hacemos, poco a poco, paso a paso. Y pronto, llega ese día en el que das un paso muy importante, un paso que te marca para siempre. En esos momentos te das cuenta de todo lo que para ti significa avanzar, porque poco a poco, te das cuenta de que vas dejando de ser un niño, porque todos tenemos que crecer alguna vez, pensar en el futuro y avanzar como personas.

Always

De nuevo, como cada mañana, suena el despertador. Las siete y media. Otro día más, piensas con un suspiro mientras lo apagas. Pero siempre, sin darnos cuenta de que no valoramos lo que realmente tenemos. Porque, más tarde, llegas al instituto, pensando que tienes matemáticas, triste por el día que te espera. Y, de repente, una sonrisa inesperada, una mirada o un simple abrazo de un amigo, un chiste o incluso alguien con quien conversar entre clase y clase, que te alegra la mañana. Y luego llega el finde, y llegan aquellos que viven lejos, con los que sabes que vas a pasar un sábado como los de todas las semanas, pura rutina, nada nuevo, pero que te das cuenta de que nada sería lo mismo sin ellos. Esas pequeñas cosas que te hacen sonreir día a día, que te hacen ver que los días pueden dejar de ser grises gracias a ellos. Aquellas personas a las que dirías siempre, gracias por ser como sois.

Tranqui por mi camino

Todos crecemos, evolucionamos...¿Recuerdas aquel tiempo, cuando eras únicamente un mico dispuesto a comerte el mundo? El tiempo pasa demasiado deprisa como para detenerse a desperdiciarlo. Piensas en todo lo que ya has vivido; la entrada al instituto, tus primeras fiestas, tus amigos, veranos y veranos al sol, miles de inviernos y nevadas. Y ahora ves el futuro demasiado cerca, la universidad a dos pasos de distancia. ¿Sabes? Piensas en tus amigos, a los que tanto quieres, y a los que sabes que pronto tendrás que dejar lejos. Y lloras, lloras como el mico que un dia fuiste, para poder regresar, aunque sea por un pequeño momento, a la infancia que hace tanto tiempo pasó.

Rememorando...

¿Te das cuenta del largo camino que hemos recorrido? Fijas la vista al pasado, sobre aquella pequeña niña, tímida, solitaria, que tenía miedo de tantas cosas. Muchas veces me pregunto si, regresando al pasado, me daría cuenta de todo lo que he vivido, disfrutado y sentido en estos últimos años. Recordaría todos esos momentos junto a vosotros, junto a las personas que quise, y junto a las otras que aún quiero. Porque revivir un momento no lo hace más fuerte, ni más real, pero te hace darte cuenta de lo importante que fue para ti.

Solo minutos...

Es extraño ver cómo pasa el tiempo según lo que estemos esperando. Ver como los segundos pueden parecer eternos cuando queremos que llege algo, como esperar un minuto puede ser demasiado tiempo. Pero también parece increible ver que sólo ha pasado un mes, un año desde aquel momento. Tan poco tiempo cuando jurarias que han transcurrido décadas desde entonces.

¡Adios!

¡Adios! 5 letras que tanto cuesta pronunciar. Porque duele pronunciarlas, duele dirigirlas a alguien a quien has querido tanto. A ese alguien que estuvo a tu lado, que te quiso y a quien quisiste demasiado. Hoy es el momento de dejar de lado el sufrimiento ¿sabes? Me he esforzado por perdonarte, me he esforzado por entender cómo piensas. Pero ésto es demasiado. Es de idiotas esperar por algo que, en el fondo, sé que no se va a producir. Así que gracias, gracias por estos 16 años de mi vida. Pero ésto es un adios. ¡Adios para siempre!

Pequeñas lágrimas

Aquella pequeña lágrima se escapó sin consentimiento, cayendo desde el puente en el que estaba. Demasiados recuerdos para pensar, demasiado para intentar olvidar. Sueños rotos que aun perduraban. Lágrima. Esperanzas que hacían saltar el corazón. Lágrima. Ilusiones de encontrar alguna explicación. Lágrima. ¿Será verdad que el tiempo coloca a cada cual en su lugar?

Junto a vosotros

¿Qué es la vida, sino un largo camino a recorrer? Simplemente tú decides de qué manera. Despacio, en esas ocasiones en que te sientes triste, melancólico y quieres que el tiempo deje de existir, o corriendo, rápidamente y sin tropezar, cuando estás contento, alegre, cuando te sientes vivo. Día a día, paso a paso, nada más que un pequeño camino. Hay quien lo recorrerá solo, que apartará, inconscientemente, a cualquiera que se cruce en su camino. Y sin embargo, otros que sientan que su camino termina cuando no hay alguien que lo recorra junto a ellos. Por eso, a día de hoy, he decidido recorrer mi camino, quizás no muy rápido, para que no termine pronto, pero tampoco lento, puesto que de esa forma se acabaría deteniendo. Por eso he decidido recorrerlo, segundo a segundo, junto a vosotros.

Un largo camino recorrido

Porque todos recordamos aquellos momentos donde no existían las decisiones difíciles, donde la vida consistía en vivir, jugar, disfrutar y ser feliz. Porque yo aún recuerdo a todas esas personas con las que pasamos horas y horas en el patio, en la plaza, jugando y riendo, a todas aquellas a las que quisiste y con quienes dijiste que estarías y que nunca olvidarias. Y que sin embargo, se fueron para siempre de nuestra vida.
A pesar de todo, yo aun recuerdo todos esos momentos vividos con una gran sonrisa.

Contigo Seguro

Porque en la vida conoceras a cientos, a miles de personas. Algunas te caeran bien, a otras no soportarás. Conoceras a gente a la que quieras, y muy probablemente a otros a quienes odies. Pero siempre estarán esas personas a las que, por mucho tiempo que pase, nunca puedas olvidar. Aquellos por quienes darías todo día a día, con los que puedas pasar ratos inolvidables. Porque con ellos verás que la vida es apenas un camino para ser recorrido a cada momento con alegria...para recorrer contigo seguro.

La tristeza y la furia

En un reino encantado, donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta.
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles se vuelven concretas, había una vez, un estanque maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente. Hasta este estanque se acercaron a bañarse, haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia. Las dos se quitaron sus vestimentas y entraron al estanque.
La furia, apurada como siempre está la furia, urgida sin saber porqué, se bañó rápidamente y más rápidamente aún salió del agua. Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que se puso, al salir, la primera ropa que encontró. Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza. Y así, vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma y muy serena, dispuesta a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño, y sin apuro, salió del agua. En la orilla se encontró con que sólo estaba la ropa de la furia, y como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta, es quedarse en desnudo, así que se puso la única ropa que quedaba, la de la furia.
Cuentan, que desde entonces, muchas veces solo se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás de él, en realidad, está escondida la tristeza

Apunta a la luna, y si fallas, al menos te encontrarás entre las estrellas

Muchas veces creemos que nuestros problemas son gigantes, enormes, que están dispuestos a aplastarnos. Y muchas veces es así porque les damos más importancia de la que tienen. Pero, ¿Sabes qué? Piensa en las personas que viven en tu ciudad, país, continente. Piensa en los millones de personas que habitan en la tierra. Mejor aún, en los miles de planetas que existen, dentro de millones y millones de galaxias que forman el universo. Sitúate ahí arriba y, date cuenta, de que tus problemas no son más que una pequeña mota dentro de la infinidad del universo.

Cuestión de valentía

¿Ser valiente consiste en no temer nada? No. No tener miedo forma parte de las personas insensatas, sin cabeza, temerarias. Sin embargo los verdaderos valietes son aquellos que, aun temiendo demasiadas cosas, aun sabiendo que esos miedos existen, se enfrentan a ellos sin un atisbo de duda en su mirada. Los valientes son aquellos que se enfrentan cara a cara a sus problemas. Por ello me gustaría ser valiente, mirarte a la cara y poder contarte todo aquello que quedó por decir.