miércoles, 2 de enero de 2013

Año nuevo

Doce uvas, doce campanadas y un nuevo año que entra. 2013. Y como cada año, comenzamos a plantearnos los propósitos que vamos a cumplir. ¿Propósitos que cumpliremos? Creo que es lo más absurdo que podemos decir. Sí, tenemos esa vaga ilusión de realizarlos. No somos más que simples ilusos y pensamos que, por cambiar de dígito, haremos todo aquello que año tras año vamos dejando. Y que nunca cumplimos. Este año he decidido pedirle al 2013 momentos. Si, momentos que pueda, durante este nuevo año, vivir. Porque sé que voy a ser capaz de disfrutarlos. Este nuevo año quiero pasar por miles de momentos especiales. Quiero disfrutar como lo he hecho en el 2012. Quiero dejar volar la imaginación y perderme en parajes olvidados, enfrascarme en las páginas de un buen libro mientras sueño mundos imposibles. Quiero pasar días y noches riendo, disfrutando, junto a mi mejor amigo, pero también salir y vivir grandes fiestas, bailar hasta no sentir los pies junto a ellos y hacer tantas tonterías que nos hagan olvidar el por qué, que nos hagan sentir niños. Enmarcar el mundo en millones de fotos y disfrutar junto a todos aquellos a los que aprecio. Quiero amar y conocer a ese alguien, donde a su lado todo pierda el sentido. Quiero investigar, soñar, disfrutar, vivir, pero, lo más importante de todo, hacerlo junto a todas esas personas que van a crear, día a día, un 2013 junto a mi. Queda mucho camino por recorrer, un abismo tan, tan grande, que hasta asusta. Por ello, quiero llevarme conmigo del 2012 a todo aquel que siempre me tiende mil manos para sujetarme y no caer al abismo, aún encontrándome al borde de él. 


Nuevo año, nuevas ilusiones y nuevos momentos por vivir. Feliz 2013