Una imagen bonita se merece un texto bonito, y viceversa. Y tú, te mereces las dos cosas. No es la foto, ni el mar del fondo, que no conseguimos enfocar, ni los ojos cerrados que nos quedan a contraluz. Es la sonrisa. Si, la sonrisa de tonta que me aparece cuando me abrazas. Y, sobre todo, la que tienes tú al hacerlo. Es la persona. La persona que me hace estar bien día tras día, por muy negro que parezca que se encuentre el camino. La persona que se preocupa por mi, que me escucha despotricar del mundo cuando no puedo más. Y que, aun aguantando mis quejidos, consigue quererme. Eres tú, pequeño. Ese chico tan bueno que ha conseguido hacerse un hueco tan grande en mi vida. Porque mereces poder perseguir tus sueños. Mereces levantarte con una sonrisa, y acostarte al final de un gran día con otra. Mereces reír hasta quedarte sin respiración, disfrutar, ser feliz. ¿Y sabes qué? Yo estaré aquí para que lo consigas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario