martes, 18 de octubre de 2011

Vuela, libre pero feliz.

Siempre se ha dicho aquella frase de si quieres algo, déjalo ir, marchar, para que sea feliz. Como ese pequeño insecto que siempre atrapábamos de críos, que queríamos guardar junto a nosotros, y que nuestra madre nos decía que dejáramos libre para que pudiera vivir. Pero nunca nos hablaban del dolor que sentimos al perderle. Sin embargo, sabemos que es necesario que vuele lejos, aunque nos cueste asumirlo. Sí, somos estúpidos y nos dedicamos a llorar su pérdida, a ver que no está junto a nosotros, cuando de verdad, deberíamos alegrarnos porque nos quiere, pero que necesita volar para encontrar su lugar en el mundo. Date cuenta de eso, deja que se aleje, aunque duela, porque solo así será feliz.

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